Mas ¡ay SeñO!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina gracia, y sin el atención de vuestro cariñoso socorro. Les adivinaré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a https://jeffreyawpgw.onzeblog.com/26733571/el-5-segundo-truco-para-devoción-admirable-de-los-7-dolores-que-maría-santísima-sintió-en-la-vida-y-muerte-de-su-amadísimo-hijo